El mismo día que vayamos a La Vega Vieja podemos subir al Santo Cerro y se hace el viaje más intenso. Allí está el templo dedicado a la Virgen de Las Mercedes,levantado con ladrillos de las ruinas de La Vega.
Fue la tierra de la cual se enamoró el almirante europeo, conquistador del siglo 15, quien escribió en su diario que nunca había visto cosa igual, exuberante en su naturaleza y cálida en su corazón.
La villa de La Vega fue fundada entre los siglos 15 y 16 y en ella se estableció el Fuerte de la Concepción, que defendía el sitio de cualquier ataque terrestre.
Tras las violentas y poco agradables experiencias vividas por los hombres de Cristóbal Colón en La Navidad y La Isabela, territorios que como toda la isla eran el hogar de los taínos, los que quedaron de ellos se refugiaron tierra adentro, con la intención también de explotar el oro recién descubierto por esos lares.
El esplendor de esta ciudad medieval se debió sobre todo a ese oro y las maderas preciosas que crecían silvestres en las campiñas y que eran exportadas hacia España por las huestes coloniales.
Hay en el lugar restos de lo que fuera la fortaleza, el acueducto, la catedral y una que otra casa de los nobles, que eran de mampostería y según las crónicas de la época eran 105 viviendas de este tipo.
Los plebeyos vivían un poco más retirados y sus casas eran de madera y tejamaní con techos de cana. La Dirección Nacional de Parques, con el apoyo de la Universidad de Gainsville, Miami, ha iniciado un proceso de rescate de toda el área que era esta villa, además de poner en valor los restos hasta ahora descubiertos de la Villa de La Vega, donde estuvo la primera casa de acuñación de monedas en las tierras recién conquistadas. La Comisión para la Puesta en Valor de La Vega Vieja está integrada además de la Dirección Nacional de Parques, por la Universidad Tecnológica de Santiago, el padre Benito Angeles, Francisco Torres Petitón, el Consejo Presidencial de Cultura, los museos Nacional del Hombre Dominicano y de Historia y Geografía, así como la Comisión de Rescate Submarino.
Están al descubierto los cimientos del caserío, una torre de la fortaleza, los albañales y el polvorín, restos que ocupan 84 tareas de terreno. Justo al lado del museo, en parte del conuco de una casa y el patio de otra, se levantan muros de la que fuera la primera Catedral europea, según dice Fabio Pimentel Fernández, administrador del parque.
Este centro de esparcimiento cultural tendrá pronto un nuevo museo arqueológico-histórico, en el cual se exhibirán cerca de seis millones de piezas producto de las excavaciones realizadas en la plaza. Son fragmentos cerámicos, metálicos, de vidrio y de piedra.
Para llegar a La Vega Vieja desde la capital, se toma un autobús de Metro que sale a las 7:00 de la mañana y a la 1:04 de la tarde. Cuesta RD$50.00; Caribe Tours tiene esta ruta al mismo precio, con autobuses que salen cada media hora o cada una hora, desde las 6:00 de la mañana; también viajan allí Transporte Espinal y de Transporte del Cibao.
Es justo frente a este último que, si usted no va en su carro, tomará un servicio público que le llevará a Pueblo Viejo por RD$8 pesos.
Para apaciguar el hambre hay allí varias cafeterías y colmados a la orilla de la carretera, además de un comedor. Muy cerca también hay un consultorio médico. La entrada a este parque cuesta RD$20.00 pesos; si son estudiantes pagan RD$15.00 y si son turistas cuesta RD$50.00 por persona. Está abierto de lunes a viernes desde las 8:00 de la mañana hasta las 3:00 de la tarde y los sábado y domingo desde las 9:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde. Lamentablemente en esta ciudad no hay hoteles para turistas. Si decide quedarse por esos predios deberá ir hasta Bonao o Santiago a pernoctar.